36 El siglo XVIII: La economía

El siglo xviii: La economía. La exacción tributaria y el endeudamiento
Fig. 288: La Real Contribución se repartía en cupos entre todas las poblaciones según el vecindario. Los cupos locales los tenían que abonar las familias según su renta, concretamente aquellos que tenían patrimonio y no vivían solo de un jornal, quienes quedaban exentos. Por tanto, su recaudación implicó la elaboración de catastros. En Aguilar, la fecha más temprana que conocemos de un catastro es 1768. En este documento figuraba el valor de las propiedades en libras y sueldos, y se diferenciaba el valor de fincas y suelo construido, censales, el líquido restante y el valor del ganado. En Aguilar se observa que su actualización era anual y, bajo el título de Libro de Acuerdos, se guardaba en las casas del concejo. En la imagen reproducción de una página de bienes encatastrados en 1768 a nombre de Francisco Martín Español.
Documento de reproducción  de bienes encastrados de 1768

Fig. 289: La exención fiscal de los clérigos se mantuvo, y siguió a su muerte podían consolidar la exención sobre bienes de su propiedad mediante la constitución de capellanías. Esta situación fue especialmente nefasta en Aragón, porque la principal tributación era por persona, de modo que si los bienes que pasaban al clero desaparecían, no lo hacía el monto global a pagar por los no exentos. De ello derivó un incremento de la presión fiscal y cierto nivel de conflictividad, como demuestra el pleito planteado en 1720 por el hermano franciscano Manuel Aparicio, quien apeló a la Real Audiencia de Aragón para que confirmara ante el ayuntamiento de Aguilar y el corregidor de Teruel su privilegio a no que no se le repartiera el pago de la Real Contribución. En la imagen, instancia del hermano franciscano Manuel Aparicio a la Real Audiencia de Aragón.

Instancia del franciscano Manuel Aparicio 


El endeudamiento y el crédito en el siglo xviii
Fig. 290: La iglesia aguilarana desplegó un gran programa constructivo —la nueva iglesia parroquial y dos ermitas— en el cual se invertiría buena parte de las rentas acumuladas de la deuda censal adquirida a particulares y al concejo. Esta fuente de ingresos se mantuvo y se amplificó. Un ejemplo fueron los censos que asumió y luyó mosén Juan Martín Español, quien compró a los hermanos Miguel y Mateo Herrera en 1749 dos heredades en la partida de Villallano (en la imagen) y en el Cerro, y una casa cargadas con un censal de 40 sueldos jaqueses de pensión y 40 libras jaquesas de luición, y que usufructuaba el beneficiado de la iglesia de Aguilar.

 Partida de Villallano

Arquitectura monumental de la época: la ermita del Santo Cristo

Figs. 291, 292 y 293: La ermita del Santo Cristo corresponde a una tipología muy tradicional en la tierra alta turolense consistente en templos de una nave con bóveda de medio cañón, y atrio. En las imágenes: paramento de sillería (fig. 291), vista general (fig. 292) y detalle de los canecillos (fig. 293).



(Inigo Fernández, I. A.; Paricio Hernando,J.L).. Con la tecnología de Blogger.