La época foral: La iglesia aguilarana
Fig. 194: Además de la faceta espiritual, la religión era un medio de vida que ofrecía ciertas ventajas materiales y oportunidades de promoción social. Evidentemente, el aparato de la Iglesia no solo tenía un soporte derivado de la espiritualidad de los creyentes, sino también material. La realidad de la religión se materializaba en el cuerpo del clero que atendía las necesidades religiosas de las personas, y en la red de iglesias, monasterios, santuarios, ermitas, pairones, etc. que cristianizaban el territorio (en la fotografía, pairón de la Solana).
En este contexto se encuentra la dimensión material del fenómeno religioso, la de los recursos necesarios para financiar toda esta estructura, faceta presente en estrategias individuales y familiares atraídas por las oportunidades de promoción social que ofrecía la Iglesia dada su estrecha ligazón con el poder secular, por la cerrada defensa de sus intereses materiales y por la acumulación de riqueza que permitía.
Peiron en el camino de la Solana
Organización, estructura y recursos de la Iglesia en Aguilar
La organización diocesana
Fig. 195: Relieve gótico de San Pedro procedente de la antigua iglesia parroquial. La localidad debió contar con parroquia desde su fundación, y como la aldea, su antigüedad sería algo anterior a 1212.
Relieve gotico de San Pedro
Estructura material, papel económico y poder social de la iglesia de Aguilar
Las fuentes de financiación y mantenimiento
Fig. 196: Al igual que otras, la iglesia de Aguilar se basaba desde el punto de vista material en su capacidad recaudatoria de diezmos, primicias y colaciones (que debía repartir con el clero diocesano y el capítulo turolense), en la recepción de donaciones y en su papel como agente económico inversor. Dentro de este capítulo, la actividad la más importante para la iglesia de Aguilar fue la de compradora de censales. En la fotografía censal vendido por Domingo Blasco menor y su esposa Issabel Juan Escolano.
Las fuentes de ingresos de la iglesia de Aguilar vivieron una progresión que le permitieron mantener al clero local y dotarse de un apreciable patrimonio inmobiliario, suntuario y dinerario que la convirtieron en un agente económico local de primer orden.
Censal vendido por Domingo Blasco
Estructura parroquial: templos, capillas, beneficios, cofradías e Inquisición
Figs. 197 y 198: La estructura parroquial aguilarana era muy sencilla al estar conformada por una parroquia de la que dependía una serie de ermitas atendidas por el clero local, entre el cual se contaría una plantilla variable de retores y beneficiados.
A falta de registros arqueológicos o documentales que nos señalen la existencia de otras ermitas, en época foral esta red se compondría por la ermita de la Virgen de la Peña (siglo xv aproximadamente) y la de Santa Catalina (siglo xvi).
La primera cofradía de Aguilar que conocemos es la del Santísimo o de la Minerva. Otra cofradía aguilarana de época foral fue la de San Antonio Abad, Santa Bárbara y Santa Catalina, a la que se añadió una agregación de fieles en 1655 de la Virgen de la Peña. Las cofradías de santos se asociaban a existencia de ermitas, por tanto, la de San Antonio Abad, Santa Bárbara y Santa Catalina estaría asociada a la ermita de ésta última, mientras que la de la agregación de la Virgen de la Peña tal vez hubiera sido anteriormente una cofradía independiente asociada a dicha ermita. Vistas de la ermita de Santa Catalina (fig. 197), en la partida de Villallano (fig. 198).
Santa Catalina,fachada principal
Vistas de Santa catalina desde San Antonio
El patrimonio de la iglesia aguilarana
Fig. 199: Desconocemos si entre los siglos xiii y xvi si se sucedieron varios templos parroquiales, o si el original pervivió experimentando reformas y ampliaciones. Lo seguro es que antes del actual edificio había otro que en 1567 contaría con “campanar con dos campanas”, altar mayor bajo la advocación de San Pedro, sacristía y cuatro capillas dedicadas a Nuestra Señora, a las benditas almas del purgatorio, a San Miguel y a San Antón. El cementerio (fosar) se encontraría junto o cercano a esta iglesia. Relieve gótico de San Cristóbal procedente de la antigua iglesia parroquial.
Relieve gotico de San Cristobal
Fig. 200: El antiguo templo parroquial contó con un rico patrimonio suntario, del que nos han llegado algunas reliquias y un fragmento del un retablo compuesto por cinco tablas pintadas de estilo gótico (en la imagen).
Fragmento del retablo de la iglesia de San Pedro
Fig. 201: La Casa del Cura fue un bien inmueble para uso y disfrute del clero local. Contaba con eras a las que los colectores o los vecinos llevaban los diezmos y las primicias, y que después se almacenaban en los graneros de la misma rectoría. En época foral ya pudo existir una vivienda para el cura coadjutor, aunque el actual edificio parece posterior (en la imagen).
Posible vivienda para el cura coadjutor
Fig. 202: El patrimonio agrícola de la iglesia de Aguilar se compondría seguramente ya en época foral, y como mínimo, de una parcela en regadío en Villallano y del Huerto del Cura, en el Prado del Río, y del bancal de las Almas, seguramente ésta última una donación sobre la que se sustentaría el culto del altar homónimo de la parroquia.
Huerto del cura
La dimensión socioeconómica de las cofradías
Fig. 203: Fiestas de San Antón. Las cofradías fueron un amortiguador de las diferencias sociales gracias a préstamos y limosnas de dinero o grano en caso de crisis económica o enfermedad. Tal vez, esta última fuera la misión de la cofradía de San Antonio Abad, Santa Bárbara y Santa Catalina, ya que las de San Antón y Santa Bárbara estaban relacionadas con el patrocinio economía agraria.
Preparando la cena del Trance de San Anton
Papel económico y poder social de la iglesia aguilarana
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